Aprendieron a romper y coser.
María, Ana, Mariano, Pedro… Se fueron yendo, uno tras otro. Eran monólogos, pantallas, manifestando la Energía que conversaba en ellos. Todos llevaban a sus espaldas, las experiencias de una guerra, de tiempos de pesar y tiempos de progreso. Llegaron a estas calles con lo puesto y un hatillo en sus manos. Enriquecieron su existencia, con...