Es miércoles…
Es martes y odio a mi marido. Él fue mi mentor. Yo concurrí a su taller. Estoy calma, porque no pensar, no recordar es mi rutina. La realidad aparece. Cuando me hundo en ella, pataleo en forma constante para regresar a la superficie de mi monótona fantasía. Observo otras alumnas. Soy igual a ellas. Ser...