Un cacho de libertad
La rutina desmelenada de tanto bostezar se volvía una disciplina de escritura, de crítica, de lectura, ya no se diferenciaban de los escritores que caminaban oliendo meadas de perros por la calle. Ellos tambíen eran escritores y reconocían el olor de las meadas de sus compañeros de pabellón. La memoria resistía como la luz en...