Licencia para matar
Maté a cientos… niños, ancianos… hasta perros con acento japonés. Algunos solo los hice desaparecer, otros los dejé en coma y otros en punto y aparte. Pero al final todos cayeron en el abismo del desaliento, a medio camino entre la pluma y el papel.Fue en el taller de escritura donde obtuve la verdadera licencia...