La huida
En la desgracia suelen venir a salvarnos de la locura. Debía asumirlo ¿A qué el afán por sacarme de casa? Temían mi adiós a esta vida cruel. Sin fuerzas asistí al taller de escritura, un atajo de chiflados resentidos. Yo no era la más infeliz, ni tampoco un genio. Aquel ambiente endiosado me destrozaría. Me...