Criatura 497
Lo primero que vi de la criatura fueron sus veintisiete apéndices extendidos a la salida del túnel que ella misma había excavado. – Dale voz – dijo Antón. Si, podría ser. – O mejor, mátala – dijo J. David. Soy capaz, sólo son palabras… – Me importa un bledo! Así es – soltó Kurt. ¿Sólo...