VERDE
Estaba por cada rincón insospechado de mi habitación, también el mechero verde. Ocurrió a sangre fría. Tenía vida, aquello que dejé inerte. Cuatro de la madrugada, puse final a mi historia. Opté por quemar esa hoja de papel por no matarle a él… -¿Escritora? – Dijo el profesor despreciando mi relato. Salí de clase horrorizada....