-Eloise, oye, ¿cómo va?

-¿Y a quién le importa? Bebiendo, me paso el día bebiendo. Llevamos así 19 días y 500 noches. Me siento ciega y sordomuda. ¡Quiero ser libre y nadar en el mediterráneo! Dime: ¿cuándo tu vendrás? Dime: ¿cuándo, cuándo, cuándo?

-Amor, amor, mi amor… tengo tantas ganas de ti, de bailar pegados… Ya no me importa nada, iré cruzando el río, sabes que te quiero, solo pienso en ti. Trás la esquina esperaré el momento de que no me miren, y meterme dentro.

-¡Oh, tengo el corazón tan contento, ya siento el sabor de tu amor! Me pillarás con las manos en la masa, con el femur muy dislocado, los huesos desencajados y el cuerpo muy mal, pero sobreviviré hasta que llegues, para living la vida loca. ¡Sin ti no soy nada, nada! No estamos locos ¿verdad?

-No mi amor, sabemos lo que queremos. Al llegar te contaré un cuento, y verás que contentos. Sabes que moriría por vos, y aunque allí no haya playa, vaya, vaya, verás qué felices seremos los dos, y qué dulces los besos serán. ¡La vida será un carnaval, y las penas se irán cantando!

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