Oigo los aplausos, los escucho fuertes, la gente gritando porque ya queda un día menos para poder salir de esta cárcel en la que estoy, sucio, con ojeras, sin afeitar, confinado triste recordándote no sé por qué te tuvo que tocar a ti mi amor te echo de menos no sabes cuánto te recuerdo cada día al levantarme y cuando me meto en la ducha y te veo todavía en la cama sin querer salir de entre las sábanas sólo me queda suicidarme, morirme y desaparecer porque eso es la muerte me lo he preguntado desde pequeño y me imaginaba cómo sería y me levantaba llorando entre sudores porque no puedes imaginar qué es no sentir nada simplemente no puedes hacerlo lo intentas pero no, cierras los ojos y no piensas en nada pero eso no es la muerte la muerte es nada nunca nada nunca más digan lo que digan esos religiosos luego se mueren de miedo también como todos cuando ven que se acerca la muerte.

Sigo en la ventana aplaudiendo mecánicamente y veo las ventanas con luces en las casa los balcones iluminados y mis vecinos aplaudiendo con esperanza llevamos ya 90 días pobres si supieran pero no saben si supieran yo nunca debí mezclarme con ellos la muerte te atrae matas gente para comprender qué significa y ellos querían matar más y ver cómo nos comportamos de verdad todos pensamos que somos buenos y después de poco tiempo ya no lo somos; hay quien sale por la calle los que se quedan los denuncian si pudieran los matarían desde sus balcones con sus pistolas todos a lo suyo y será peor todavía cuando podamos salir y no haya dinero no haya trabajo ni haya nada va a ser el caos total y yo contribuí a crearlo con mis amigos todos fascinados por la muerte queríamos ver qué pasaría ya lo estamos viendo quizás crear el virus no fue una buena idea después de todo y encima tú te has muerto y ya no estás aquí; me tomo la pastilla y espero, amor voy a por ti.

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