ADRENALINA PARA VIVIR
El día que conocí el Santuario de la Mariposa Monarca en Michoacán, algo dentro de mí despertó. Fui con un grupo de amigos, compañeros de trabajo. Corría el mes de marzo de 1985, y todos éramos jóvenes veinteañeros deseosos de comernos el mundo a mordidas. Salimos de la Ciudad de México muy temprano, de madrugada,...