KIZUNGUZUNGU
Me susurró su nombre al oído en aquella turbia mañana de difícil despertar. Lo sentí revolotear a mi alrededor recorriendo vertiginosamente rutas inventadas en una existencia onírica y febril. Su nombre largo y casi cómico en esa pronunciación danzante de tierras fértiles y libres. En uno de sus giros veloces me acarició veladamente la garganta...