Las calles están desoladas y destruidas. Las casas se reducen a escombros. Familias pidiendo limosnas a la poca gente adinerada que pasea por esos devastados lugares.

Así es como, después de una gran crisis que provocó la Tercera Guerra Mundial, se sostiene nuestra sociedad.

Rota, pero intentando salir a flote… Aunque es imposible.

Los ricos no tienen intención de donar su dinero y el Gobierno, no ayuda a las familias que viven en los callejones.

Los puestos de trabajo y los recursos son escasos, casi inexistentes… Todos los días muere alguien de hambre.

Las calles están controladas por guardias para controlar que nadie intenta salir del país.

Los ciudadanos, se ven obligados por el duro Gobierno, a servir a los ricos sin cobrar y a pagar impuestos con cifras muy altas para mantener a la gente rica.

Aunque hace poco que se anuncio un nuevo orden social, los ciudadanos han perdido la esperanza de mejorar.

Este orden social promete restablecer la paz y la armonía que antes reinaba en incluso, mejorar la economía y producir puestos de trabajo.

Pero no todo será sencillo… La sociedad se dividirá en grupos.

Según el Gobierno, los ciudadanos fueron quienes provocaron la guerra al estar en una gran crisis. Por ello, han decidido separarlos por grupos para que no se vuelvan a enfrentar.

Los ciudadanos saben que la cosa no va a mejorar pero no se atreven a rebelarse. Aunque ya ha habido varias personas que sí lo han hecho y han sido castigadas con pena de muerte.

Por último, esperemos que este nuevo orden sí ayude y contribuya al renacimiento del país y al crecimiento económico. 

(Sociedad: vida cotidiana en el futuro.)

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