A veces
Algunas veces la noche avanza, una daga se hinca lentamente sobre el corazón, hasta partirlo en dos. Otras… como un pesado y húmedo manto, que el desamor sostiene sobre el rostro, para que no puedas respirar. Pero hoy, hoy es un frío gemido paralizante, que susurra al oído duerme, duérmete no vuelvas a despertar. En...