Epifanía
Tu sonido inundó todos mis pensamientos, los ahogaste, los aplastaste. Tu espuma lavó mi cuerpo, lo purificaste, lo sanaste. Tu azul cristalizó mis ojos, los llenaste, los curaste. De mí, de mi recuerdo y de quién era solo quedó mi cabello. Hijos rojos que flotaron por tu inmensidad, llegaron hasta tus pies y los volviste...