Sin Olvidar de Respirar

Las brisas suaves de la mañana que toca nuestra piel, el roció que contempla nuestro ojos, la luz de un nuevo amanecer, la imperfección de nuestro mundo en decadencia, el olor del café matutino, el sonido de las hojas cayéndose en el otoño, el calor sofocante del verano, las primeras nevada del invierno, las primeras flores de la primavera, todo estos acontecimiento, es el sonido de nuestra realidad las que nos despierta y nos muestra que hemos sido testigo de un día mas sobre esta gigantesca existencia, en este mundo conocido y desconocido a la vez, este mundo tan claro y al mismo tiempo tan oscuro, que nos hace pensar que la existencia tiende a ser algo hermoso pero al mismo tiempo tenebroso. Un mundo único, pero miles de vida con mundo diferente. Tan perfecto e imperfecto lleno de conocimiento y desconocimiento, llena de alegría y tristeza, llena de luz y Oscuridad es un mundo que compartimos con todo tipo de seres, llena de Bonda y maldad al mismo tiempo único en todo su esplendor que nos enseña que todos somo único e iguales a la vez.

El sonido del viento que azota los árboles, el sonido de fuego que consumen los bosques, el color de los humos que levanta el fuego a nuestra vista, así como el sonido de la lluvia que llega en tiempo de sequía, todas estas cosas son parte de este mundo tan perfecto e imperfecto que nos inspira ver el punto desde diferente punto de vista y opiniones.

El respirar dentro de este mundo tan hermoso es un regalo que vemos en todos los amaneceres desde que nacemos, es un regalo esplendido el poder escuchar el sonido producido por los pájaros, los autos en las ciudades, los sonidos del agua corriendo, las brisas matutinas, el viento de la tormenta, sentir el olor a lluvia, el olor a pasto mojado, ver caer una lluvia bonanza todos ellos son un regalo que se nos dios a todos los seres que vivimos en este mundo perfecto e imperfecto.

El simple hecho de caminar sobre este mundo es un perfecto regalo, para poder seguir viviendo sin desistir de dejar el caminar y el ver un nuevo amanecer sin olvidar de respirar.