Viaje al centro del destino…
Viajaría al Centro del destino. Vestido blanco, alpargatas negras y ojos de niña inquieta y curiosa como atuendo. Imagino, allí, verdes bienquistos, zoológicos con animales encargados del orden, cercas invisibles y, al hombre, colaborador y partícipe del entramado social. El agua, al decir de Emilio José, llega corriendo alegre desde el manantial. Cauce custodiado y...