El vaivén de las olas
Con el dedo recorro el globo terráqueo y siento como mis pies me vibran en él. En cada playa, en lontananza, veo los barcos montados en espumosas olas, y en cada barco voy yo. Desde que descubrí el barcostop, mis zapatillas no han vuelto a pisar el asfalto, solamente recalo en una recóndita playa en...