SEPTENARIA
MARTES Los ojos entornados que pixelan el paseo entre despachos mal pintados dejan paso, sin cautela, a recuerdos de madera y de un mantel de flores tenues resistiendo a la penumbra de la siesta. Hemos amanecido en mares vacíos desde entonces y la pantalla ha dejado de nombrar nuestros apodos, pero, ¿quién escribe? Zonas de...