La calle está llegando a su fin y solo logro que me suden las manos, lo veo tan callado que no sé qué pensar, no quiero dejarlo ir. A lo mejor vuelve con su exnovia que no deja de buscarlo y provocarlo. ¿Es que acaso no se da cuenta de las señales que le envío? Las dudas me asaltan, a lo mejor solo me ve como amiga. Hemos caminado varias cuadras y ninguno dice una palabra. Verdad que es un chico leal, pero es que hasta le puse mi trasero en la cara cuando fue a su cuarto. Me rio para mis adentros, me incliné a recoger algo que dejé caer a propósito ¨ mi mejor atributo, regalo de mis genes africanos que en combinación con mi piel morena y mis ojos verdes son un ingrediente mortal¨, recuerdo que cuando miré al espejo sus ojos estaban en otro lado. Ufff… ¿por qué lo pienso tanto?

  • -¿Ya no estás molesta conmigo? – me pregunta mirándome a los ojos mientras caminamos.
  • -¿Quién dice que estoy molesta contigo? – sonrió falsamente y hasta pestañeo angelicalmente.
  • -Es que últimamente no quieres salir conmigo, y hoy casi ni me has dirigido la palabra –sonríe pícaramente.
  • -Na, son ideas que te haces – le pongo la mano en el hombro y al tocarlo mi corazón se acelera – sabes que no salíamos juntos porque tu novia me odia, ni lo disimulaba – la pobre muchacha tiene buen instinto.
  • -Creo que estaba celosa de ti – me pasa la mano lentamente como una caricia por cuello y siento que transpiro, sigue haciendo esos movimientos con el dedo y se instala un calor bastante intenso entre mis piernas. Bastante me he, llevo meses sin un novio y mis hormonas se están disparando. Inspiro y mentalmente me calmo, no le puedo saltar encima como perra en celo, Ufff…, perra, posiciones, mi mente se surca de ideas sexuales bastantes sucias – ¿Estás bien? – lo miro y temo haber dicho algo en voz alta.
  • -Ssssiiiiiiii – logro decir – lástima que terminaron tan pronto – miento descaradamente, leo en su cara una sonrisa – ¿Qué? – me encojo de hombros
  • -Nada, que no te caía muy bien que digamos – sonríe y me mira con un brillo extraño en los ojos.
  • -Bueno veremos si a la próxima le caigo mejor – hemos parado de caminar sé que ya llegué a mi edificio, conozco la calle de memoria, miro y observo la calle que conduce al suyo, solo nos separa un parque y una calle de por medio.
  • -¿Ya tienes una próxima víctima? – sus ojos me miran y adoro esos ojos achinados, combinan muy bien con su pelo rubio.
  • -Estoy en época de niña buena – suspiro, es lo malo de enamorarte de un amigo, se conoce todo su pasado oscuro y…amoroso
  • -¿Ah sí? – me mira intrigado – ¿Desde cuándo?
  • -Ya es 14 de febrero – digo mirando mi reloj, son las 12:20 am, la calle está desierta y solo se oye el latido de nuestros corazones.
  • -Sí, ¡Feliz Día de San Valentín!!!! – me abraza fuertemente y no me lo espero, aspiro su perfume, es tan varonil, me dan deseos de morderle el cuello…ufff, ya vuelve a salir la femme fatale en mí. Lo abrazo también, tengo miedo de perder su amistad. Ahora cuando nos abrazamos me acuerdo que no tengo sujetador. ¿Se habrá dado cuenta?
  • -Bueno nos vemos – me separo lentamente por miedo a mis instintos más básicos. Veo que me mira detenidamente como si fuera a decir algo, pero calla, le doy un beso muy cerca de sus labios y me voy separando de él, en eso siento sus fuertes manos agarrándome las mías.
  • -¿Sabes? Se me había olvidado que tenía que enseñarte algo en mi apartamento – sonríe mientras me acerca.
  • -¿Algo? – lo miro interrogante.
  • -Sí, es una sorpresa – sonríe mientras me abraza y me dirige hacia donde vive. – Verás cómo te gusta.
  • -¿Seguro? Bueno, lo que no me puedo demorar mucho que mañana hay clases – le sonrío mientras mi corazón se acelera, no quiero que termine este encuentro.

Miro a mi alrededor y he perdido la cuenta de las veces que hemos estado aquí parados, me recuesto a la pared del edificio y miro su cara sonriente y pícara, lo que más me gusta son sus labios. Es más alto que yo, por lo que tengo que mirar hacia arriba. Coloca ambos brazos alrededor de mi cabeza, apoyándose en la pared del edificio. Me derrito, tengo tantas ansias de besarlo, de sentirme entre sus brazos y de…ya estamos nuevamente…es que soy una pervertida, mis ojos se van para su entrepierna…si no ocurre nada entre nosotros rápido, tendré que buscarme un novio.

¨Desde que me enamoré de ti, pienso. Lo miro pasándome la lengua por lo labios, soy muy mala, conozco como provocar a un hombre.

De pronto siento que su mano va bajando lentamente por mi espalda mientras vamos caminando abrazados, hasta que queda en mis nalgas, yo trago en seco y mi corazón se acelera. ¿Qué hace? Bueno, sí sé qué hace, pero es que pensaba que no le gustaba a no ser como amiga, mi yo interior baila de alegría y le abrazo por la cintura más fuerte. Levanto mi cabeza y solo puedo observar una sonrisa dibujada en sus labios, sonrío para mí y siento como su mano envuelve un glúteo y lo aprieta delicadamente mientras caminamos.

Aún hoy recuerdo cada rincón de esa calle como si fuera hoy, cierro los ojos y visualizo el lugar como si fuera hoy y espero contenta amanecer este 14 de febrero junto a ti nuevamente, porque me has dado los mejores 13 años de mi vida y espero que sea hasta que la muerte nos separe, y creo que después de muerta te buscaré y te amaré nuevamente, porque siempre serás aparte de mi amor, mi mejor amigo.

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