El viaje más corto y eterno del mundo.

El viaje más corto y eterno del mundo.

El camino de Santiago, en bici 1100 kilómetros en 14 días, desde mi casa a Santiago de Compostela en una media de 90 kilómetros diarios, algo más que una aventura, algo más que un viaje , algo más que un rodar. Es un sentir que en realidad no salió fuera , se coló dentro de mis entrañas para nunca abandonarme, nunca jamás dejarme atrás, ese verdor mezclado con las endorfinas, ese sabor de la belleza me lo llevé y sigue formando parte de mi paladar. Abrió las puertas de mi universo interior, abrió las puertas de mi magnificencia, entró directamente en la cueva de mi corazón y a partir de ahí, el «buen camino», el verdadero camino prosiguió con otros ojos , a partir de ahí todo fué diferente y sigue siendo diferente, a partir de ahí aprendí a ensamblar dos mundos y descubrí que el mundo interior es mucho mas inmenso que el exterior, aprendí que antes de mirar afuera he de mirar hacia dentro para crear lo palpable y darme realmente cuenta que la verdad está ahí dentro y su espejo en el exterior.

Cada vez desde entonces, cada día desde entonces escucho mi respiración por las mañanas y le doy las gracias, estoy vivo, sigo vivo , solamente por sentirme así ya ha merecido la pena despertar, solamente por eso. Mis ojos siguen a mi aliento en donde aprecio multitud de colores, multitud de matices en un segundo el milagro de la visión se apodera de mí y realmente solo llevo despierto unos minutos, es abrumador solo unos minutos y me siento el hombre mas dichoso sobre la faz de la tierra. Que maravilla que verdadero milagro es la vida, que asombroso sueño estoy experimentando sintiendo y amando.

Mis piernas se incorporan y noto cada músculo e incluso como la circulación viaja por mis venas, dándoles un reconfortante calor de actividad, quieren andar y mi cerebro les da permiso.

Mi viaje continúa, doy un paso y otro, pero como estoy siendo totalmente consciente de este verdadero milagro, me siento bien muy bien, mi sonrisa es profunda y hermosa y mi mirada de agradecimiento.

Es entonces cuando muevo mis brazos y observo mis dedos, tan perfectos tan sensibles, estoy absorto en la observación y mi sabio cerebro sutilmente da la orden para acompañar a esos pasos hacia la puerta, mi pies descalzos sienten un suelo frío que me pone la piel de gallina y se dirigen hacia la puerta, me dejo llevar por la cámara superlenta de la consciencia, es como si hubiera aprendido a detener el tiempo, es como si la teoría de la relatividad fuera todo mi ser e infinitos agujeros de gusano invadieran mi consciencia conectando ambos mundos y ensamblarlos en otra dimensión. Y prosigo, solo han pasado unos minutos del tiempo lineal pero una eternidad en agradecimiento, no hay prisas no tengo ninguna prisa y sin embargo llego a tiempo. Me dirigo al baño, me miro al espejo y escucho el silencio, me observo, me bendigo, me digo que me amo y un brillo especial noto que brota de mis ojos. entonces sale de mí una sonrisa espontanea, una maravillosa sonrisa dulce que se precipita en una carcajada pura y sincera, una carcajada de verdad de dentro . Pero que está ocurriendo?, por qué sonrio de esa manera?, por qué soy tan felíz?.

Será por que vi en el espejo el reflejo del resultado de haber logrado detener el tiempo sin detenerlo, de haber logrado observar lo invisible y sentir lo que siempre había estado allí, esa risa, esa risa tan real tan plena, sin máscaras.

Ciertamente solo había pasado unos metros , unos segundos. Miré hacia arriba y tenía techo, me volví a la habitación y mi ropa me estaba esperando, esos tejidos fruto de el esfuerzo de muchísima gente para que pueda vestirme, volví a dar las gracias y al instante de mi móvil activé una melodía que me envolvía, alguien compuso esa melodía para mí, para este instante, para este momento y es entonces cuando abrí la ventana , un sol radiante me estaba esperando, un cielo azul lo sujetaba, un escenario bello me esperaba ahí fuera, el oxígeno libre y puro me susurraba, querían agradecerme que les reconociera y al salir a la calle me abrazaron con mucho amor.

Podría estar así , eternamente y de hecho me siento así pero he de ceñirme a las mil palabras, salí a la calle y ect,ect,ect. hasta el infinito y más allá, en sensaciones en miradas con la gente, en abrazos con amigos en tantas cosas que rozas el éxtasis.

Viajé 1100 kilómetros para descubrir que en pocos metros se puede realizar el viaje mas largo del mundo, todo depende de ti, de como sientas como agradezcas el maravilloso regalo de la vida que es el instante presente y ser total y absolutamente consciente de él. A partir de ahí todo se para, todo cambia y la sonrisa vuelve a ser tu sello de identidad. Ser consciente de estar consciente es el más maravilloso viaje que he realizado cuyo detonante fue el viaje de los viajes, el dar la vuelta al mundo de mí mismo por esos campos verdes y frondosos del Camino de Santiago. «Buen camino «, amigos y no se os ocurra soñar pues ya estáis en un maravilloso sueño que es la vida, no busques más ya lo tienes, solo y simplemente observa y siente, observa y siéntete. Gracias, gracias y gracias.

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