EL UNICO VIAJE
Y así, los dos solos emprendimos un viaje sin retorno. Yo hacia Serekunda, con mi vida metida en una sola maleta. El sin nada, o quizá con todo. Yo, con miedo. El, resignado. Yo, a continuar mi vida. El, a finalizar la suya. Ambos serenos. Grité tu nombre. Gritaste el mío. Tú y yo por...