El viaje que aún no hacemos
Desperté de madrugada, te vi durmiendo tan plácidamente y en ese momento imagine que salíamos corriendo a tomar el primer avión rumbo a Madrid al templo de Debod, sus muros junto con nuestros besos reflejados en el agua se convirtieron en una hermosa escena romántica que quedaría plasmada en una instantánea. Tomamos un tren rumbo...