Necesitaban a alguien que no criticara tanto, sino, que fuera crítico con la situación del país. Los periodistas siempre han sido muy buenos investigadores y ponen los temas más controversiales en el ojo del huracán, no obstante, siempre las problemáticas que presentan son resueltas en sus programas. Sin embargo, les faltaba mucho para poder generar un dialogo conciso, es decir que generara dudas, y dejar más preguntas que respuestas en los problemas convocados a la sociedad.

Los periodistas que no trabajaban para la maquinaria política morían una y otra vez por denunciar la corrupción y la delincuencia de cuello blanco y, de cuello sucio también. Era normal morir por denunciar actos que agredían el bienestar de la comunidad. Estudiantes de filosofía con una impetuosa gana de cambiar el “país de bolsillo” tomaron parte, así que esas personas ajenas al periodismo se preguntaron ¿Por qué no hacer de la literatura una herramienta de cambio? Así que sin más, empezaron a escribir con un toque cuasi original sobre los temas más representativos que eran un problema en el país. El primer tema fue la corrupción, y se la pensaron de una forma tan agradable, que cada pequeño escrito fue compilado en un texto que pronto se convertiría en un bestseller, con un título algo largo pero que daba risa “El país más corrupto del mundo como sede principal de la lucha contra la corrupción”los títulos de artículos y ensayos eran desde; la corrupción un tema de erudición, religión y cultura; los medios informativos de la corrupción; esa tal corrupción no existe; la corrupción no se crea ni se destruye, solo se trasforma; cleptomanía colectiva; una cruzada corrupta; la corrupción no es el problema, es la solución; sin rosca no hay dulce vida; los mismos con las mismas; la corrupción se limpia con sangre; laxante para la corrupción nacional y problemas monetarios; el ejército de la corrupción, terroristas o mártires.

Eran 12 jóvenes de una universidad del valle colombiano, que un día decidieron perder tiempo escribiendo sobre las problemáticas sociales, pero al matiz de lo que habían aprendido en 6 o 7 años de estudios filosóficos, con los lentes críticos de los eruditos del pasado sumado a la frescura de las evaluaciones críticas de quienes sufrían las injusticias justificadas a lo largo de la historia de su país. Fue así como una pérdida de tiempo se convirtió en un juego, pronto en un ejercicio, y después una oportunidad de cambio. Sus posiciones frente a la realidad por la que atravesaba su país fue más que un informe sobre un problema dado, fue la descripción de los sentimientos que suscitaban aquellos problemas en las personas, fue como diagnosticar enfermedades, y decirles a los demás que la cura no era quejarse, sino la acción, pero sin proponer ninguna acción como tal, porque consideraban que podían ocurrírsele alguna a sus lectores.

Cada vez se llenaban más de elogios, tanto que querían hacer publicaciones de Comic´s sobre ellos, tanto como series para plataformas de entretenimiento internacionales como FBO, Nextcoins, Formmer, entre otras. Eran como estrellas de cine, entre sus compatriotas. Hasta ese momento todo parecía ser solo un fenómeno literario más, de entretenimiento en los medios, y lo fue por mucho tiempo.

Entonces llego el día en que una chica de colegio, influenciada por las lecturas de la filosofía critica de la realidad de la vida en el mundo, que pregonaban aquellos. Propuso a sus compañeros, tomarse el colegio con manifestaciones académicas y artísticas para pedir mejores condiciones de infraestructura para las aulas en la que recibían clase, que poco a poco se caían a pedazos, poniendo en riesgo la vida de sus compañeros como la de sí misma. Estos se tomaron el colegio, y colocaron pancartas de cartón afuera de la institución, en las que estaban los pliegos de sus condiciones para una educación digna. Abundante lo que escribieron y bien fundamentado, con referencias a Educadores, Economistas, Políticos, filósofos, y figuras literarias, que se hacía agradable todo lo manifestado. Las personas que pasaban por los alrededores de la institución paraban para leer y observar los escritos que se confundían entre: poesías, ensayos, artículos, resúmenes, dibujos, esculturas, canciones, entre un sinfín de recreaciones. Repercutiendo en las redes, fotos de todas las obras allí expuestas, se propagaron como epidemia, haciendo eco en instituciones internacionales y nacionales.

Repercusión tal, que el estado no demoro en hacer una observación al gobierno local pidiendo solución a la problemática, la repuesta local Fue “hasta que el estado soberano no nos propicie recursos para dar respuesta a los pliegos, no podríamos hacer mucho para la solución de esta” a lo que el estado respondía al instante “es un asunto para la que fuerza publica se ocupe, brinda todas las condiciones para una intervención, fin del comunicado”

Los doce sin avisar a nadie, decidieron una tarde de edición de sus escritos dejar todo y salir al encuentro de los chicos y chicas que, con gran determinación, habían hecho lo que nadie hasta ahora, de todos sus lectores. Lo más sorprendente era, ver que la acción que era manifestación de su influencia no sucumbía ante la violencia, sino que era, una virtuosa representación del arte como manifestación de la dignidad humana. Así que, sin medir distancia, fueron a su encuentro para ver cómo podían ayudar, y también aprender. Llevaban consigo comida y abrigo, para los alumnos y padres que se habían quedado en la institución hasta ese día, al llegar con gran cariño fueron recibidos. Estos elogiaron las obras de los chicos y chicas, y durante el día se sentían como otros más de ellos, tanto que pasaron la noche en la institución.

“terroristas planean explosión de un colegio, donde se manifestaba por mejores condiciones de educación, para incriminar al estado, la institución de la defensa está detrás de los involucrados en el siniestro” titularon en la mañana los medios.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS