La Maga.
En el centro del escenario cerró los ojos, curvó el cuerpo suspiró Tomó el tiempo lo acompasó. Su voz vibró cubriéndolo todo como un abrazo, abarcando cada rincón. Los niños callaron, lloró la alegría la tristeza sonrió. La melodía imperiosa cautivó Aguijoneando el corazón, como hace el dolor Llenando de dicha, Como la pasión. Y...