DESDE EL OLVIDO
Así, casi imperceptible, un detalle aquí y allá, un adiós que no fué un beso que nadie dió, sin sorpresa alguna su fría mano oprimiendo mi corazón. He visto y ya sé, no es la muerte ni siquiera la soledad ingrata, es el olvido que me desaparece haciendo de mí un ánima invisible arrastrando sombras...