UNA VENGANZA PUNTO A PUNTO
El zumbido del aire acondicionado de la sala de espera de urgencias no le ayudaba a mantenerse despierta. La tarde había sido tranquila, Amalia almorzó en la sala de enfermeras antes de que comenzara su guardia de veinticuatro horas. A la una ya estaba frente a la centralita de teléfonos, luchando con los bostezos que...