Anónimos
-¿A qué te dedicas? -le pregunté para no saltarme el protocolo de las cenas en las que hay invitados desconocidos y se espera una conversación cordial cargada de respuestas insípidas e intrascendentes. Pero, contra todo pronóstico, no fue así. -Soy obrero submarino, o lo era hasta hace unas semanas… -contestó con desdén. Mis ojos se...