Encarcelada
La decadencia del ser humano contemporáneo ha dejado grises las calles desoladas.Se esconden entre muros con sus aparatos electrónicos, solo algunos visibilizan el sol a través del protector de sus máquinas rodantes. Forrados en plástico dejan atrás un paisaje gris que llora por volver a casa: moldean vidas, corrompen almas, dan forma y grotescas construcciones...