Nunca se olvida
En esa calle vivimos mucho tiempo, mas del que vivimos en cualquier otro sitio; ademas yo era una mujer grande, casada, estable, con cuatro hijos, una perra color chocolate, cuatro pollitos, muchas plantas que sembramos y una variedad de gatos callejeros que hacían suya mi casa. Claro que la casa no era nuestra, era de...