EL DIOS TECNOLÓGICO
Durante meses, mi marido insistía en comprar un ordenador para la buena administración de la casa. Ante mi animadversión a la tecnología moderna, siempre le respondía con una negativa. Ya accedí al teléfono móvil, por aquello de si tienes alguna incidencia en la carretera. Me sorprendí al comprobar lo cierto de ese refrán castellano que...