Cuaderno de bitácora y arrecife
No tomé las precauciones de Odiseo y, al pasar por su arrecife, mi corazón dejó de pertenecerme. Siempre he sido libre. Enredo mi alma en las volutas de mi pipa y la dejo volar. Cada una de mis arrugas es una tormenta, un roce con los piratas, un escollo en el camino. La llave de mis sentimientos pasa por el agua...