Tierra bajo mis pies.

Muchas veces he buscado lo hermoso de la vida, a veces la música me habla, me calma en este viaje. El sonido, las teclas del piano, ¡me vuelvo adicto! Lo sé. Siento en mi sangre, en mi corazón, mi piel habla y dice estoy feliz con cada nota de ensueño.

También encontré la calma, la serenidad en otro mundo, era azul y brillante, danzaba con el sol y el viento y de noche era un paraíso hechizado por la luz de luna. Tenía el corazón seco y en este mundo yo era la arena, me sentía aliviado, acompañado.

Buscaba muchos sitios, muchos compañeros, odiaba la soledad detestaba la injusticia. Quiero gritar y llorar quiero sentir que vuelo y escapo de la dimensión del horror, el espanto y la angustia.

Pero cada día he pensado y ya no quiero llorar, no quiero ser cobarde no quiero empezar a volar y perderme en ese espacio aunque sea hermoso y prometedor…

¡Valor, necesito valor! Hoy es el día de enfrentar la realidad, la vida es amarga y dulce también, es justa y a veces, ¡no lo es! Hoy es el día que volveré a sentir; “La tierra bajo mis pies”.