Así Habló Agaruseth

Así Habló Agaruseth

Solem Josias

28/05/2021

 Sucedió en una época pasada y en algún paraje de un desierto infernal de Medio Oriente. Más allá de las enigmáticas y gloriosas ciudades del antiguo Egipto, que estuvo escapando Agaruseth, un desterrado y desolado príncipe egipcio que junto a sus hermanos pequeños se resguardaban bajo el ángulo de una elevación del terreno seco y terroso de la poderosa mano del dios sol, que lejos de aunarles fuerzas, más bien se las diseca tal como haría un embalsamador de muertos de su tierra. 

 Agaruseth ha estado suplicando reiteradas veces por la pronta ayuda de los dioses de su pueblo. Y desde que el dios ha iluminado el día, estuvo clamando de esa manera en la desesperación de su caída, y así habló:

 !dioses de mi padre, padres de Kimet y de cuanto existe, salven a su progenie, a los únicos tres pilares que aun sostienen la esperanza de Kimet, manden su socorro, que la gloria de sus proezas no queden enterradas bajo el polvo ardiente del Sin!

 Cuan inesperada fue la caída de los poderosos. El rey de Babilonia ha invadido Egipto, y toda la bondad y dicha que alguna vez Agaruseth conoció, ha sido destituida por la espada caldea. No le ha quedado más que el gemido deshidratado de su pequeño hermano, quien le pide intransigente que de sus manos él pueda sorber aunque sea algunas gotas de agua.

 Era ese destierro o morir bajo la espada del enemigo. Una última suplica del príncipe se eleva hacia los cielos, y es la última antes de desfallecer por la insolación.

 Las voces de sus hermanos le hacen reincorporarse de su primera caída. Agaruseth abre los ojos y nota que se acerca en la lejanía un hombre y un animal, quizás un camello. Sonríe, la vida pertenece al cielo. 

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS