VINDICTA
Puerta entreabierta en una antesala. Despacho ostentoso, luz cálida, y, una silueta con forma humana tecleando seis dígitos luminosos en una mediana caja fuerte. Todo lo observaba por la hendidura de escasos veinte centímetros y lo anotaba con un rotulador rojo en una cartulina blanca. La gota de sudor que nacía en su sien se...