Imprudencia
La mujer lo miró a los ojos con los suyos inyectados de odio, desplazó con violencia el brazo por el escritorio y tiró al piso la taza en que había terminado de beber su café. “¡Tú no eres quien para amenazarme!”, le dijo, se puso de pie, evitó pisar taza, plato y cuchara que aún...