LUIS
A esa hora de la tarde, estábamos solo los tres en el único laboratorio iluminado de la planta baja. Fuera, los pasillos del hospital formaban un laberinto silueteado con las luces verdes de las salidas de emergencia. Silencio, o casi, porque había un ruido continuo de estufas que se interrumpía a intervalos irregulares, con el...