Un dia, sin un gracias

Comenzando como todos los días, al subir la persiana del local, eran casi las ocho am, los primeros clientes llegaron en unos minutos, el horno estaba caliente, las media lunas listas y las empanadas a punto de salir, la maquina de café preparada y el con una sonrisa detrás del mostrador.

La rutina de cada día era igual , pero esperaba de ella algo diferente, siempre deseaba que cambiará, tenía el pensamiento puesto en eso cuando entró el primer cliente:

.-Buen dia, ¿como esta usted?.

.-Una docena de media lunas, le pidió el cliente sin hacer otro comentario

.-Si señor

Sirvió en una caja las doce medialunas de manteca, porque solo de esas se vendían, las empaco, son 60 pesos, le comento al cliente. este le paso el dinero exacto y se fue, como todos los días, sin un gracias.

luego vino otro:

.- Buenos días señor

.- ¿De que tiene empanadas?, tenemos, jamón y queso, carne suave y pollo, las demás para preparar tardan siete minutos.- esa respuesta era clásica cada mañana, el había intentado tener varios gustos, pero le llamaron la atencion, solo los clasicos.

.-Me dijo que ¿tiene de carne picante?

.- Para preparar señor

.- ¿Cuanto tarda?

.-Siete minutos, señor

.-No me sirve, voy a llegar tarde.- luego de pensarlo unos minutos le dijo.- deme de queso

.-si señor ¿cuántas?

.-Tres.- luego con algo de agresividad e impaciencia le añadió.- te dije que tres

en silencio, tomó las empanadas con la pinza, las empacó en una bolsa y se las paso

.- Son 33 pesos señor,

.-Toma.- le dijo el cliente.- pasándole 100 pesos

.-¿Tres pesos por casualidad?

.-no.- fue la respuesta seca del cliente

.- Bueno.-contestó con resignación, fue ala registradora, contó el cambio y se lo entregó

El cliente salió, sin dar gracias

Los siguientes diez clientes fueron igual, empanadas, medialunas, todos pedían y se hacían repetir el menú, todos se marchaban sin dar gracias

Ese era el dia a dia, desde las siete y treinta hasta las dieciséis, ocho horas y media consecutivas, no estaba mal el horario, lo que tenía de malo era que el trabajo era en negro, con pago por debajo de lo establecido en el convenio, sin las condiciones mínimas de seguridad, pero al fin y al cabo, él, era un extranjero, tenia suerte de tener trabajo.

La mañana se fue en atender a los clientes, hornear las empanadas y medialunas, vender café y gaseosas

Cerca de las once, llegó el proveedor de las gaseosas , arrastró por el local los cajones, dejo todo lleno de lodo.

.- ¿Como va el dia?

.-Bien, la cosa se mueve.

.- Esta es mi factura.- le paso la factura que saco de un bolsillo.-

.- La tengo dame unos minutos que le pago,

.- En un tono molesto y manoteando, el proveedor de gaseosas le espeto.- esperar siempre tengo que esperar, porque no tienen eso listo, yo tambien tengo mas clientes

.- Si señor.- en tono de entender la situación que el otro tenía continuo diciendo.- pero uno no sabe a que hora vienen ustedes, a veces llegan temprano y a veces al final de la tarde, no se puede andar con la guita en la mano todo el dia

En el mostrador dos señores se estaban poniendo nerviosos

.- ¿Nos vas a atender muchacho?.- pregunto uno de ellos

.- Si señor, deme unos minutos por favor

.- Ya te di bastantes, tengo rato aquí mientras te dejan las gaseosas

Ignoro el comentario y terminó de pagarle al proveedor

.- Que tenga un buen dia.-el proveedor le ignoro y se fue.-

Dirigiéndose al primero de la fila que esperaba.

-Dígame señor , ¿que le sirvo?,

.- Ya nada me voy, se me hizo tarde

El que le seguía le dice:

.- A mi me das dos de queso con cebolla y una de calabrese para llevar

.- Las tengo para preparar ¿las espera?

.- Si, si voy aquí a una cuadra y vuelvo, dicho esto salio del local

El espacio era pequeño, tenia bancas y unas mesas para esperar, la heladera y la maquina de cafe, un barra que servia de mostrador, donde estaba la caja, detrás de la barra, el horno, que se mantenía a 267°C en invierno y verano por igual, luego las cámaras de frío donde se almacena la mercancía.

Al verse solo, saco una escoba y empezó a coletear todo lo manchado por las cajas de gaseosas, mientras estaba en eso, entro un cliente con un perro

.- Señor, ese perro no puede estar en el local

.- Osea que tu eres de esos que odian a los animales,- le contestoel señor.-

.-No señor son las normas.

.- Cuales normas, el perro viene conmigo así que si entra yo entro.- expreso el cliente en tono autoritario.- ademas tu eres un extranjero que nos roba el trabajo, no puedes prohibirme nada

.- No le prohibo señor, le informo que son las normas, el perro debe esperar afuera

.- Entonces no llevo nada.

Llegaron las doce y con el medio dia sus compañeros de laburo, seguidos los clientes que venían a almorzar

Todos pedían dos o tres empanadas, pagaban y corrian por lo menos 600 personas entre las doce y las quince , todos pedian, pagaban y se marchaban sin dar gracias. A las 15, detrás de la cámara de empanadas, en un pequeña banqueta entre las gaseosas y las cajas, se dedico a calentar su almuerzo en el microondas y lo acompaño de agua fría, comió y descanso, cuando dieron las 15 y 30 estuvo en el horno mientras el otro compañero comía, cuando esto termino ya eran las 16, el turno se terminaba

Se cambio, salio diciendo a sus compañero hasta mañana , aun mantenía a fuerza l sonrisa de la mañana, terminaba otro dia de los que ya llevaba 240, sin recibir ni un gracias