LA ALEGRIA DE MI TRABAJO

LA ALEGRIA DE MI TRABAJO

Piluchi G.S.

27/03/2018

¿Fulanita de tal?— ¡Sí!- preséntese mañana para un estudio completo de la mama.

El aire nordeste sacudía las hojas del árbol con esmero. Yo ensimismada en mis cosas pero, la llamada me había hecho descender hasta los infiernos.

¿Que era aquello ahora que irrumpía con fuerza en mi vida diaria?.

¡Mi trabajo! De repente era mi preocupación más inmediata, ¿que voy hacer ahora?-pensaba.

A fuerza de ir al sitio de costumbre un día tras otro, acabó por formar parte de mí como una extremidad pertenece al cuerpo. Me gustaba, ¡quizá demasiado!. Era el champú con aroma a vainilla y que formaba parte del ritual envolviendo de espuma los cabellos, el agua caliente templando el alma, el nenúfar que se acicala frente al espejo de los tocadores contemplando su belleza, los bucles dorados enredados en un cepillo y que caen por la espalda al son de la música y lo mejor, las tertulias de intercambio de opiniones…Este es mi trabajo, el que tantas alegrias me dio..

En ello pienso, mientras el sol despunta con su color sonrosado inundando el cielo y me levanto, una brisa suave acoje al nuevo día.

Mi ritual: el desayuno mezclado con letras y sabor a café. Ese silencio me embarga, el mismo, que describen los poetas antes del amanecer donde ocurre el milagro. Voy inspirándome en tinta y ¡a la vez! Queda plasmado en un folio, comienza la cuenta atrás en el reloj. !Si el reloj, mi eterna lucha!. Antes escucho plácida el canto que como susurro se cuela, son los pájaros que anuncian el día, lo estrenan con guirnaldas de flores que traen de vuelta a la primavera. Es el momento de componer el día, cómo una melodía escrita en una partitura a la espera de ser oída.

Soy feliz durante el trayecto encarando el día y de esa forma, aparezco en el lugar que me acoje a diario con una sonrisa, porque entiendo que la rutina es un regalo.

Ahora lo interiorizo cuando la noticia me altera el orden de las cosas.

Llego al trabajo y la pregunta más inmediata ¿Podré volver a él? … Tendrá que ser después de la guerra que me amenaza mi cuerpo.

Cruza un pensamiento por mi mente mientras calmo la ansiedad incipiente que viene con dentellada de las que rompe y rasga. Adoro mi actividad diaria y la satisfacción que me produce, es la conclusión más inmediata y a lo que el miedo me transporta, el trabajo me ha dejado cumplir sueños, me ha generado una vida plácida y he transitado caminos de auto realización. ¿Que más quiero?…

Entran los primeros clientes y paso a valorar los momentos que forman parte de una vida, los saludos, el compartir sonrisas, el afecto…

—¡No me puede pasar esto a mí!- me digo en un susurro.

¡Sí está ocurriendo! y las pruebas son cada vez más concluyentes. El cáncer viene con intención de devorarme… Me entregan un sobre con los resultados y leo lo que parece una presunta sentencia de muerte….

Habito en mi mente y recreo el lugar que ha sido mi vida en los últimos años, una sombra de pesadumbre amenaza lo que hasta ahora ha sido mi rutina

Pienso ganar la batalla, bajar a la profundidades del abismo que me atormenta y plantar cara a las circunstancias con el susurro del viento, antes que la ola rompa en el acantilado de los sueños yo… estaré de vuelta con la victoria engalanada y recordándome cuán fuerte fui, pero que pequeña ante el mundo…….

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