Lo importante
Cruzabas este puente muy a menudo. La ida la hacías ligero, con ganas y con prisa; tu regreso era siempre con una sonrisa, despreocupado y algo más lento, porque ya venías cargado con varias botellas de tu vino favorito, sin olvidar los hojaldres que siempre te pedíamos, hechos por la señora Concha con tanto amor. Volvías...