Destinatario: Mi abuelita.
Domicilio: Cielo de Mariúpol.
Querida abuelita que estás en el cielo, estamos bien. El abuelo ya no tose, mamá ya no llora, Oleg ya no fuma a escondidas en el baño y los vecinos ya no discuten tras el tabique de mi cuarto. Las ventanas han dejado de temblar y ya hace un rato que no se escuchan explosiones ni nada. Pronto volverá papá porque creo que la guerra ha terminado, al menos, para los que vivíamos en este edificio.
Tu nieta Inga que te quiere mucho, mucho, mucho.
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