Escribir, a cualquier precio…
Sólo una cosa y nada más había querido toda su vida: escribir. Por evitar la mirada de rabia y desprecio había dejado de afeitarse. Harto ya de ser un cobarde, se anotó en el taller. Desde la puerta vio al profesor e intuyó al resto. Calculó los pasos hasta la silla vacía y respiró profundo....