Introducción

Era de madrugada cuando una potentísima explosión hizo temblar la casa entera, destruyendo de paso todos los cristales.

Alarmados los 3 habitantes de esta granja, se asomaron a los restos de las ventanas descubriendo que en el noreste se había declarado un tremendo incendio y que la energía eléctrica había fallado. A gritos su padre le ordeno que llamase a los equipos de emergencia y bajase a la cocina en busca del botiquín porque se había clavado varios cristales en un pie y estaba sangrando bastante, dirigiéndose a la puerta de su dormitorio a todo correr en tanto escucho de pronto los gritos de su madre, siendo atrapado nada más abrir la puerta.

Gritando algo en un extraño idioma, este extraño lo arrastro escaleras abajo hasta el salón donde le esperaban sus padres y una mujer tan desnuda y pálida como su secuestrador que estaba lamiéndole el pie herido a su padre como si fuera un perro, centrándose de pronto en él. Con calma y una virginal sonrisa esta misteriosa joven de unos 28 años, se le acercó hasta estar a escaso medio metro permitiéndole observarla con atención. Pelo muy largo, color cobrizo y erizado en las puntas, generosos pechos y unos preciosos ojos azules que parecían hipnotizarlo.

A pesar de estar manchada de sangre, este adolescente de tan solo 17 años la encontraba tan hermosa que no se pudo resistir a acariciarla y besarla respondiéndole ella de igual modo, ayudándolo a desnudarse delante de sus padres que observaban la escena arrodillados en el suelo siendo apresados por el hombre con su fortísimas manos.

Lo que en un principio comenzaron siendo tiernos besos de adolescente pronto se convirtió en pura pasión terminando por mantener relaciones sexuales allí mismo sobre la mesa del salón eyaculando demasiado pronto para esta extraña obligándolo a seguir dentro de ella. Apretándolo contra sí, intercambian posiciones levantándolo como si se tratase de un muñeco asustando tanto al chico que intento hacerla a un lado para ponerse en pie impidiéndoselo su amante con solo una mano. Su forma de besarlo cada vez era más fogosa, casi se podría decir que violenta, emitiendo débiles gemidos de placer en tanto el chico comenzó a respirar con dificultad suplicándola que parase pero era en balde, ella no lo soltaría jamás hasta saciarse y aun, no había ni empezado a comer.

Al sentir que su miembro se ponía de nuevo en guardia, lo lanzo sin más al suelo embistiéndolo y besándolo con tanta fuerza que el pobre se sentía morir lo cual a ojos de sus aterrorizados padres estaba sucediendo ya que el cuerpo de su hijo se estaba secando como si una araña se estuviera alimentando de sus fluidos.

Aun gimiendo de placer, se puso en pie propinándole un fuerte puntapié al cadáver como si ya no le importase diciéndole algo al hombre al sobrevolar la casa un helicóptero con el reflector encendido. El breve pero intenso haz de luz, dejo por fin ver a ambos quienes eran sus captores en realidad haciéndoles gritar de terror ya que no se trataba de seres humanos sino monstruos de piel traslucida, garras en vez de manos, algo parecido a alas en la espalda y unos inquietantes ojos tan negros como una noche sin luna.

El horror presenciado hizo que la madre se desmayara y ojala no hubiese despertado ya que cuando recupero el conocimiento, pudo ver sus intestinos desparramados por el suelo envueltos en un inmenso charco de sangre y junto a ella, estaba aquel hombre devorando su hígado obligando a su esposo a permanecer junto a él agarrándole por el cuello con su mano libre en tanto la asesina de su hijo se entretenía viéndole comer. Al gritarle una maldición, la monstruosa joven se agachó junto a ella como si la hubiese entendido arrancándole el corazón con un rapidito golpe en el pecho y devorarlo frente a ella antes de por fin expirar.

Incapaz de hablar o pensar, el único miembro de la familia que continuaba vivo convulsionaba en el suelo, en tanto el extraño parecía animarlo a luchar pero aburrido al observar que no reaccionaba, lo levanto del suelo por el cuello y con un simple movimiento, le separo la cabeza del tronco para luego sin más, reventarle el cráneo y devorar su cerebro.

En el salón ya solo estaban ellos 2 junto a los cadáveres de la familia y tras echar una rápida ojeada a la casa, extendieron sus alas y alzaron el vuelo en dirección a Londres.

Porton Down

-Y eso es todo lo que grabo el equipo de seguridad de la granja, señor primer ministro-. Le explico la máxima responsable del MI5 tras ordenarle a Margaret, la IA más avanzada de la disponía el gobierno que detuviese la proyección holográfica. Cubriéndose la cara con ambas manos, respiraba sonoramente en un intento por tranquilizarse preguntando a todas estas personas que opciones tenían. –Muy pocas, dado lo que pude observar en la base lunar Cooperative. Tan solo el fuego parece hacerles efecto y más bien poco ya que se recuperan con extremada rapidez-. Añadió un agente del MI6 que más bien parecía un simple civil por su indumentaria. -¡Pero acabaron con uno!-. Grito golpeando la mesa en la que estaba sentado dejando salir toda la tensión que tenía dentro sorprendiendo a todos ya que jamás le habían visto perder los nervios. –Así es señor primer ministro, el personal de la base pudo matar a uno de ellos antes de que llegáramos en la Columbia pero se lo hicieron pagar muy caro y en cuanto a los que consiguieron escapar en las capsulas…-. –No me lo recuerde por favor. Lamento lo ocurrido. Hice mal en hacerla caso señora Ward-. -¡Era necesario, teníamos que asegurar la cuarentena!-. -¡Y volar la base? Cállese o hare que la detengan! y ahora díganme, ¿cómo se encuentra el comandante?-. –Descansando o eso creemos ya que su actividad neuronal se sale de la gráfica incluso dormido- Le resumió el doctor Fallada, el máximo responsable de las instalaciones. -¿Y qué me pueden decir ustedes 2?-. Pregunto a una pareja perdida entre informes, holo-fotos y documentos al otro lado de la enorme mesa.

-Solo repite una y otra vez Lilû-. Le explico el hombre, un refutado doctor en psiquiatría que tenía por costumbre dictarle notas a la antiquísima grabadora Mp3 de su madre.

–Lilû, Lilîtu, Lilith. La mujer vampiro de las leyendas sumerias, la primera mujer de Adam o un maldito ave nocturna como ya nos explicó la doctora Bukovsky. ¿Y tenemos algo nuevo. No sé, ¿alguna otra hipótesis menos demencial?-. –Suponemos que sabremos algo más cuando Margaret termine de analizar todos los datos de la Churchill y la base lunar-. Le expuso el director de la UK Space Agency.

-Esplendido, simplemente esplendido, señoras y señores. Nos estamos cubriendo de gloria. ¡Quiero respuestas!-. Abronco a los presentes por su falta de avances, abandonando la sala pagando su frustración con una papelera.

Londres

Sentada en una mesa de un conocido café londinense, percibía el aroma a frutos secos y leche del café que tenía delante mezclarse con otros provenientes de su nueva y generosa porción de tarta Red Velvet, preguntando toda clase de cosas sobre las costumbres humanas entre bocado y bocado a la joven drogadicta que había recogido de la calle hacía ya casi 15 días y cuyas manos temblaban sin parar. -Podría ponerle fin si me juras lealtad Ellen-. -¿Lealtad?, puto monstruo. Mataste a Mike-. Le respondió lanzándole una mirada de puro odio, sintiendo de pronto en sus intestinos un tremendo latigazo de dolor cuando su amiga la agarró la mano con un veloz movimiento felino. –Recuerda que solo sigues viva porque me caes bien y necesito aprenderlo todo sobre vosotros, así que jura servirme y la recompensa será intensamente placentera-.

Jamás se había sentido igual, ni siquiera con el fentanilo, jurando a la asesina de su pareja lealtad de inmediato con tal de obtener más. -Así me gusta. Por cierto, esta… tarta, esta deliciosa-.

Ya bien entrada la noche, caminaban una vez más por la tristemente famosa calle Hanbury, siguiendo los pasos de un hombre de media edad que parecía estar disfrutando de un paseo tras una jornada de intenso trabajo cerca del nº118, sorbiendo sus fluidos corporales en tanto lo besaba con intensidad.

Petrificada de miedo Ellen, obedeció las ordenes de su ama, deshaciéndose del cadáver en unos contenedores para residuos cercanos sin tan siquiera pestañear, descubriendo que el cuerpo de este pobre infeliz no llegaba a alcanzar 10 kilos. –Date prisa-. La ordeno cogiéndola de la mano, arrastrándola una noche más al Covent Garden para disfrutar de la ópera como si no hubiese sucedido nada.

Porton Down

“Desde que me contrataran o mejor dicho, secuestraran de mi casa, eh observando como el sujeto ha ido padeciendo importantes cambios en su anatomía repitiendo casi constantemente ese nombre, Lilû. No sé qué pensar, parece un simple hombre de unos 37 años de edad pero de pronto y sin avisar… ¡Se convierte en una especie de enorme murciélago totalmente blanco! Margaret encuentra estos cambios sobre todo los internos como, y cito, “altamente eficientes desde un punto de vista evolutivo”, razonamiento del que discrepo totalmente. ¿Origen de los cambios? Sigue siendo desconocido. ¿Estado mental? Tampoco puedo responder a esa pregunta. Supongo que lo descubriremos cuando despierte de la sedación ya que COBRA necesita obtener respuestas. En cuanto al cadáver del Nivel IV…”

“¡…Doctor, se ha despertado!”

“¿Entiende mis palabras? Parpadee 2 veces si es así”

“No hará falta doctor, como ve puedo incluso hablar con usted y ahora me gustaría reunirme con COBRA para exponerles la terrible situación que se cierne sobre el planeta y si me permite les daré un consejo como muestra de mi buena voluntad. Asegúrense de que el otro esté bien sujeto porque aunque no parezca, está vivo”

“Gracias por el aviso. Veré lo que puedo hacer sobre esa reunión”

La Demeter

El numeroso contingente militar desplegado en el lugar de impacto se mostraba implacable con los miembros de la prensa que trataban de burlar constantemente la seguridad en busca de la imagen del remolcador estrellado sobre todo al ponerse el sol. –Lo que faltaba. Vamos a tener niebla. Teniente Lamson, quiero a toda la unidad en estado de máxima alerta-.

Tal y como vaticino el oficial al mando, esa noche se estaban teniendo que emplear a fondo con los periodistas sin percatarse que sobre ellos se cernía un peligro mucho mayor.

-A todas las patrullas, Informe de situación-. Uno a uno los 12 equipos ofrecieron el parte al centro de mando a excepción del nº3 ordenándose de inmediato enviar a una unidad que tambien desapareció entre la espesa niebla. -Esto no me gusta, teniente. Quiero luz-.

Al encenderse los focos, los oficiales que estaban en el centro de mando pudieron ver la barbarie, allí no había más que cuerpos destrozados y sangre, demasiada sangre, fallando de pronto la energía del generador de campo.

-Silencio. ¿Qué es ese sonido?-.

Usando la ecolocación, su atacante comenzó a dales caza de uno en uno sin que pudieran hacer nada para defenderse, acabando tambien con todos los entrometidos periodistas.

“Adorada Nin, la Ma An vuelve a ser vuestra”. “Rescata a tu hermano”

Londres

-¡Vuestras armas son ridículas!-. Grito de pronto poniéndose en pie ante la cama donde estaba obligando en esos momentos a mantener relaciones sexuales a Ellen con un desconocido para divertirse, alimentándose de él antes de acostarse al lado de la chica y comenzar a acariciarla los pechos y sus genitales como había visto hacerle al hombre poco antes.

-Así que te gusta esto. Házmelo tú a mí-. La ordeno disfrutando tanto de la experiencia que la obsequio con un día entero de éxtasis para su cerebro, permitiéndola además continuar acostada en su cama.

“Ven a mí, Carlsen, te necesito”. Emitió telepáticamente molestándole el no recibir respuesta ni poderlo ver desconociendo que aquello era culpa de una formulación especial de la ketamina y el propofol desarrollada en las instalaciones de Porton Down.

“Ponte en pie y busca a mi consorte”. Ordeno al Lilitu capturado, observando a través de sus ojos como era incapaz de moverse por las nuevas correas con las que le habían atado.

El informe de Carlsen

Gracias a su advertencia, el primer ministro accedió la reunión junto con el resto de COBRA, escoltados por un nutrido grupo del SAS. -Le ruego que nos disculpe por las medidas de seguridad-. –No se preocupe doctor Armstrong, hacen bien créame y ahora si es tan amable me gustaría que me sea administrada una nueva dosis de fármacos por favor. No se lo creerá pero me ayudan a resistir su llamada-. –Está bien. No veo inconveniente. Observo que tiene bastante hambre-. –Y que lo diga, canina diría yo-. Le confeso entre bocado y bocado de lo que bautizo como Súper Full English Breakfast poniéndose en pie de pronto al abrirse la puerta.

-Buenas noches, señor primer ministro. Soy el comandante Tom Carlsen. Astronauta de la UK Space Agency y oficial al mando de la misión conjunta Halley´s Horizon-. Se presentó con rectitud marcial extendiendo su mano derecha para saludarlo dejando completamente acongojado al mandatario que temblando de miedo, se la termino estrechando sentándose junto a él para escuchar lo que tuviera que decirle al comité.

-No tenemos mucho tiempo así que iré al grano. Estamos en grave peligro. Margaret autentificación Chief Mouser. Reproduce el archivo Churchill por favor-. Dijo al vacío dejando sin palabras a los presentes, disculpándose rápidamente por la inesperada intromisión en la mente del primer ministro.

-Le ruego que me disculpe. Supongo que ha sido un acto reflejo. Demonios, esto no viene con un manual de instrucciones. Le doy mi palabra como oficial de la Royal Navy de que tal cosa no se volverá a repetir-. Con un gesto el político acepto su palabra, animándolo a explicarles lo ocurrido allí arriba en tanto Margaret les hacia un escueto resumen de la misión.

–Margaret detén la reproducción. Creo que lo mejor es que nos explique lo que vivió y usemos las grabaciones para contrastar sus palabras-. –Me parece de lo más acertado. Como sabrán nuestra misión era la de interceptar y analizar el cometa Halley con la Churchill, una nave clase Dream Cheaser Bloque IV-B, pero cuando por fin nos pusimos en paralelo con él, descubrimos gracias al enjambre de drones de la sonda Verne que tras la cabeza había un objeto de unos 8 kilómetros de longitud, razón por la que solicitamos a control de misión autorización para inspeccionarla siguiendo el procedimiento establecido para tales eventualidades-.

-Las 19 horas de niebla-. Susurro el director ejecutivo del UKSA. -Así es doctor Derebridge. Una vez nos desacoplamos del módulo propulsor, iniciamos la maniobra para entrar en la cola, descubriendo que la superficie de aquella cosa era metálica y estaba llena de impactos. Uno de los americanos, Kane, los achaco a impactos producidos por algún tipo de arma pero me temo que no le creímos y como el tiempo apremiaba, dividí a mi tripulación en 2 equipos para acceder al interior, ordenándoles a todos desconectar el sistema OBOGS de los trajes para prevenir cualquier riesgo-. –Bien pensado-. –Gracias señora Ward, Prosigo.

Antes de acceder al interior, me llamaron la atención unos extraños símbolos, fotografiándolos para un posterior análisis y una vez dentro, cada equipo nos dirigimos en una dirección opuesta.

Siguiendo las instrucciones que les di antes de aventurarnos a entrar, el equipo 2 se dirigió a lo que parecía la popa mientras que el equipo 1 avanzamos en la otra dirección… Lamento tener que informarles que el otro Lilitu, el que escapo, ha atacado los restos de la nave en la que regrese y nadie ha logrado sobrevivir-. Les indicó bajando la mirada entristecido consiguiendo que un general llamase al campamento de inmediato.

-Señor, no responden-. Le susurro este general recibiendo la orden de perimentar el lugar con todo lo que hiciera falta.

-Me temo que no es necesario tal despliegue de fuerzas señor Heseltine ya que en estos momentos se dirige hacia aquí y no con buenas intenciones así que abreviare.

Allí dentro no había luz, todo era oscuridad y frio y por toda ella flotaban toda clase de restos incluidos infinidad de murciélagos gigantes como este que les habla. Accidentalmente Moore, nuestra navegante, impacto con uno de ellos al girarse cortándose el traje con estas garras que pueden observar, están muy afiladas. En fin, observando que el parche que le hicimos a nuestra compañera fallaba, suspendí la misión llevándonos a la nave a aquel maldito bicho para estudiarlo, pasando las siguientes 3 horas pensando en cómo aumentar la capacidad de oxigeno de nuestros trajes para volver-.

-¿Nos está diciendo que encontraron los cadáveres de unos murciélagos extraterrestres?-. Le pregunto el primer ministro perplejo. -Eso pensé yo señor, al comienzo, antes de comenzar a sufrir estos malditos flashes. Pero resulta que esos monstruos vivieron aquí en la Tierra hace mucho tiempo y ¿cómo lo sé? Porque ella, me lo conto. Si pudieran leer mi mente…-. -… En sueños gritaba un nombre. Lilû-. Le indico el doctor Armstrong echándole una mano. -Así es aunque en realidad tiene muchos nombres. ¿No es así Dra. Bukovsky?-. -Cierto-.

-Prosigo. Con los trajes modificados, nos lanzamos a explorarla de nuevo descubriendo en la parte más ancha lo que parecía un nido de avispas y dentro de él una enorme cantidad de crisálidas opacas rodeando a 7 que a su vez rodeaban una. Extraño si pero nos pudo la curiosidad así que nos acercamos a las centrales y al hacerlo estas se volvieron en parte transparentes permitiéndonos ver los cuerpos de 7 hombres y una mujer que parecían estar dormidos. No sé lo que paso pero lo todos nos asustamos al escuchar la alarma de nuestros trajes y rápidamente viendo lo poco que nos quedaba, ordene llevarnos 2 crisálidas además de la mujer, abandonando el cometa según lo previsto.

Tras acoplarnos al módulo propulsor, descubrimos que las comunicaciones fallaban pero estábamos todos tan cansados que no encontrábamos su origen así que les ordene dejarlo y dormir un poco quedándome yo solo en el puente.

No sé si estaba dormido o despierto pero les juro que dentro de mi cabeza la hoy llamarme y lo siguiente que recuerdo es estar en esa nave de carga tratando de que ardiera en la atmosfera para salvar a la humanidad de los monstruos que encontramos y de nuevo tinieblas hasta despertar en estas instalaciones. ¿Qué me está pasando? No lo sé, creo que me estoy convirtiendo en uno de ellos. ¿Razón? Desconocido. Finalidad… ni la menor idea y ahora si no es mucho pedir, me gustaría tomar una taza de café, antes de que comience el combate. Gracias-.

-Así que desconoce el origen de sus cambios-. -Eso me temo, todo está muy confuso en mi cabeza, tan solo recuerdo cosas sueltas e inconexas doctor Armstrong. Pero estén seguros de lo siguiente. Mis intenciones son las de ayudarlos en todo lo que pueda para remediar esta situación mientras ella me lo permita claro, ya que continuamente la estoy escuchando llamarme aunque gracias a sus drogas resisto, por el momento y ahora creo que lo mejor sería prepararnos ¿no creen? Porque en estos momentos se encuentra a tan solo 100 millas-. Les propuso en tanto recibía una generosa taza de café bastante caliente de manos del agente Caine dándole las gracias, dirigiéndose a él por su rango dentro de la armada real dejándolo sin palabras. -No me hace falta leerle la mente para saber que ha servido en la armada comandante-. Bromeo tratando de tranquilizarlo, logrando que este hombre incluso esbozara una leve sonrisa.

El ataque del Lilitu

Según la información de Carlsen, les quedaban poco más de 9 minutos así que a todo correr se pertrecharon con el armamento más potente que encontraron, recibiendo incluso la doctora Bukovsky un fusil con el que defenderse.

-¡Apaguen las luces!-. Ordeno un general en tanto su extraño aliado les explicaba una idea que había tenido a un grupo de técnicos, logrando que estos simplemente se abalanzasen en dirección a la megafonía de las instalaciones al darles el visto bueno el agente Caine.

-A usted tambien le afectara-. –La cuestión es vencer a nuestro enemigo, así que no se preocupe por mí-.

El silencio y las sombras se apoderaron del lugar, nadie hablaba, tan solo escrudiñaban el cielo en busca del Lilitu que según el comandante se acercaba a ellos volando a gran velocidad, escuchándose de pronto un chirrido muy agudo.

-¡Hay viene!-. Advirtió a las tropas, arrancando una tubería de acero para afilarla con sus garras delante de todos tras tomar su forma de murciélago. -Si salimos de esta le pediré que me afile unos cuantos cuchillos de pesca-. Bromeo Caine. –Me parece bien y si no es así, ¡quiero que sepan que ha sido un privilegio luchar junto a todos ustedes!-.

La paz de la noche se tornó en pesadilla por culpa de los sonidos de alta frecuencia que su atacante utilizaba para examinar el lugar. –Nos está acechando, atentos-. Susurro a los hombres y mujeres el agente del MI6, escuchándose de pronto los gritos de una soldado.

-¡Abran fuego!-. Grito algún oficial al ver impactar el cuerpo de la mujer contra el suelo, iluminándose el cielo con el resplandor de las municiones trazadoras.

-¡Alto el fuego, solo intenta distraernos!-. Ordeno Caine en tanto Carlsen le cubría las espaldas con su improvisada lanza, dándose por radio el aviso de que este ser estaba atacando la puerta principal abriéndose paso a zarpazos entre los soldados que protegían la puerta.

-¡Va hacia el interior. Deténganlo!-.

Sin esperar a los refuerzos, Carlsen se lanzó al ataque ayudando sin desearlo al Lilitu a entrar en las instalaciones aplicándole un poderoso placaje, destrozando durante el enfrentamiento todo lo que se cruzó en su camino.

Siguiendo las indicaciones de sus oficiales, los disparos se centraron en “el murciélago más oscuro” acabando con su vida el comandante Carlsen al arrancarle el maxilar superior cuando la megafonía comenzó a reproducir aquel molesto sonido.

-¿Se encuentra bien? Demonios, está sangrando mucho-. –No se preocupen me repondré enseguida. El otro. ¡Bajen de inmediato al Nivel IV!-. Les ordeno su aliado jadeando a causa del agotamiento y el sonido.

Desconcertado por aquel espantoso sonido, el otro Lilitu fue incapaz de transformarse tras liberarse de las ataduras recibiendo tantos disparos mientras subía al nivel 3 que parecía un colador. -¡Jodido alien. Muérete ya!-: grito el primer ministro junto los doctores Armstrong y Bukovsky abroncándolos el comandante por ponerse en peligro tan estúpidamente tras arrancarle el corazón del pecho. –Lo sentimos, queríamos ayudar-.

Una vez logrado eliminar la amenaza, BaTom, como lo apodaron los soldados entre risas, arrastro los cadáveres de ambos Lilitu hasta una esquina pidiendo disponer de algunos focos.

-¿Qué busca?-. –Vera doctor Fallada. No sé cómo explicarlo de forma sencilla. Estos seres actúan como una colmena. Ya sabe, la reina ordena y el resto obedece aunque no utilizan feromonas sino algo así como la telepatía y yo sigo conectado a ella a pesar de las drogas que me suministran-. –Entiendo, busca el modo de desconectarse de la red-. Sonriendo le respondió que así era comenzando a examinar y olfatear la cabeza del Lilim al que había arrancado el corazón, haciendo vomitar incluso a los más valientes soldados al destrozarla y examinar con sumo detalle el cerebro. -¡Lo tengo. Necesitamos todo el material quirúrgico que puedan encontrar y a algún neurocirujano. Rápido!-.

“Te necesito Carlsen, ven a mí”

-¡Mierda, nos quedamos sin tiempo. Tienen que extirpármela. La encontraran situada entre el cerebelo y el lóbulo occipital. Dense prisa!-. Sin aplicarle anestesia alguna, el equipo médico se puso manos a la obra allí mismo, practicando la incisión siguiendo las indicaciones del paciente que para facilitarles la labor tomo su apariencia humana.

Lilû

-No lo hagáis, malditos. ¡Nooooooo!-.

En un arranque de ira, desmembró a Ellen en el piso de las calles Piccadilly Circus en el que se ocultaba, sumándose a la desgracia joven incontables transeúntes hasta que comenzaron a llegar equipos del MO19 armados con lanzagranadas munición incendiaria. Herida y rodeada por el fuego emitiendo un poderoso aullido, alzando el vuelo en dirección al Parque Nacional Dartmoor, el lugar donde había aterrizado la Demeter accediendo al interior de la nave tan solo 3 horas después arrancando parte del fuselaje exterior con sus garras enviando un mensaje a su nave empleando la red de espacio profundo.

Rudloe Manor

Debido al ataque, la base de Porton Down fue declarada como insegura trasladándose de inmediato todo el operativo a un nuevo emplazamiento que se mantuvo en secreto hasta que se abrió la puerta del camión y descubrieron que allí les esperaba el primer ministro.

-Así que el rumor era cierto, se volvieron a comprar-. Se preguntó el Dr. Armstrong al darse cuenta del lugar donde estaban. –No, doctor. En 1999 pasaron a ser propiedad del MI6 y su departamento Q. Si la población supiese donde se desarrolló realmente Margaret… ¡Se me comerían vivo!-. Bromeo mientras algunos viejos pero fiables WV-280H Súper Valor tomaban tierra. -¿Qué le sucede al comandante?, lo veo bastante abatido-. –Me temo que ha visto los archivos Hermes y Cooperative-. –¡No me jodan. Pues claro que está mal! Comandante, escúcheme. No fue culpa suya, ¿lo entiende? Ella le obligo y ahora acompáñenme, les invito a tomar una copa en mi despacho.

Sin separarse ni un momento del comandante, trataban de insuflarle ánimos en tanto Carlsen se preguntaba entre trago y trago si era un monstruo por haberse visto obligado a alimentarse de su tripulación durante el vuelo a la base lunar y todo lo que ocurrió antes de intentar acabar con su vida.

Tratando de animarlo, la Dra. Bukovsky les explico el significado de aquellos símbolos fotografiados por el comandante traduciendo el pasaje que más bien parecía ser una advertencia.

-Así que los sumerios o sus ancestros rogaron no despertar jamás a esa Ardat Lili. Joder, lamento tener que informarles que los norteamericanos han observado salir algo enorme de la cola del Halley hace menos de una hora hacia aquí volando a una velocidad endiablada-. -No es “algo” señor primer ministro, es su Ma An-. -¿Qué ha dicho comandante?-. –Nave de los cielos y eso quiere decir que si no acabamos con ella de inmediato, desplegara a su ejército-. –Y supongo que si tal cosa ocurre, ya podemos darnos por muertos-.

Lilû

Alimentándose en las aldeas cercanas, sembró el terror durante los siguientes 2 días descargando toda su furia contra los drones que la perseguían sin descanso siendo sorprendida por la potentísima onda de choque de la Demeter al estallar.

Maldiciendo a la especie humana por su osadía, tomo la decisión de regresar a Londres volando de forma tan agresiva y veloz como se atrevió realizando paradas en Exeter y Portsmouth para comer a plena luz del día sin importarla lo mas mínimo ser grabada mientras lo hacía alcanzando por fin Londres poco después del ocaso, contemplando desde los tejados del mismísimo Palacio de Buckingham el descenso de su nave sobre esta ciudad humana en tanto por todas partes se escuchaban los sonidos de las alarmas antiaéreas, sirenas y gritos.

La órbita

Desde la vieja estación orbital Starlab, sus 6 tripulantes observaban atónitos aquella enorme cosa. Cuanto más se adentraba en la atmosfera, más se parecía a un enorme mosquito, ¡incluso tenia lo que parecían ser alas! Cubriendo de tinieblas la City londinense.

-Houston aquí Bravo. Ha empezado a brillar en un verde muy extraño-. –Entendido Bravo. Todos lo estamos viendo-. –¡Atención, Houston. Al menos 24 objetos dirigiéndose a la superficie!-.

Rudloe Manor

Trabajando día y noche, los técnicos perfeccionaron la idea de BaTom. Si todo salía según lo planeado, dispondrían de un arma portátil que incapacitaría al enemigo el tiempo suficiente como para poder destruirlo.

-¡Evacuamos!-. Ordeno el cuerpo de seguridad sin dar explicación alguna al recibir un escueto mensaje de alerta, guiando a los miembros de COBRA a los convertiplanos.

-¿Y ahora qué hacemos?-. –Rezar para salir vivos de esta-. -Tengo una idea pero me temo que no les va a gustar-. Les comento Carlsen al observar a unos soldados trasladar por las instalaciones a media Lilim en camilla.

–Un Sea Fury derribo su crisálida cuando se dirigía hacia aquí. Demonios, no sé cómo puede estar viva en semejante estado-. Les explico el oficial al mando de la unidad. –¿Pero qué hace. Porque la ha arrancado las manos?-. –¿Ven estas pulseras? Se llaman Abzu y son armas que vamos a necesitar-. -Comandante-. –Está bien doctor Armstrong, disculpen mi ímpetu, me temo que todo esto me supera-. Se excusó acariciando el rostro de la escandalosa Lilim logrando que se calmase y dejase de chillar. -Lo siento mucho. Intentare que te repongas-. La comento apenado pidiendo a los soldados que protegieran el acceso al laboratorio en el que se iban a tener que encerrar por unos minutos, aceptándolo sin dudarlo ni un solo instante.

-Lo sé, podría controlarme pero podría ver donde se esconde-. –Va a meterse en la boca del maldito lobo-. –Así es señor Caine y ustedes me sacaran con nuestro invento. Lo sé, parece cosa de vampiros pero sin esa glándula es lo que hay y ahora… Veamos donde se oculta esa maldita arpía-. Les explico clavándole a continuación los colmillos en la garganta a la Lilim para beber de su sangre teniendo especial cuidado en no acabar con su vida.

Lilû

Sin mostrar compasión alguna decidió tomar para sí el palacio acabando con todo aquel que se cruzaba en su camino empleando la frialdad de una estatua y sus Abzu. No importaba con qué tipo de arma la disparasen, ella siguió avanzando sin detenerse hasta alcanzar el Salón Blanco donde tras asesinar a todos sus escoltas, se puso a charlar tranquilamente con el mismísimo rey de Inglaterra, como si lo estuviera haciendo con la difunta Ellen.

-Me comería una porción de tarta y un buen café pero creo que tales placeres los reservare para más adelante… ¡Hay estas maldito, ya sé dónde te escondes… Ahhhhhhhhhhhhh!

La batalla de Buckingham

Obtenida la información que buscaban, dejaron reponiéndose a la Lilim bajo la vigilancia del Dr. Fallada, partiendo en un convertiplano hacia el Palacio de Buckingham escoltados por Carlsen, observando poco después los restos de 2 WV-280 que transportaban a COBRA en las praderas de North Wessex Downs. -¡Allí. Supervivientes!-. Grito Caine, informándoles de la situación el mismísimo primer ministro por radio. –Nos las arreglaremos hasta recibir ayuda. Ustedes encárguense de hacérselo pagar a esa cabrona. Es una orden-.

En tanto la ciudad se perdía en el caos provocado por los enfrentamientos, el Súper Valor tomó tierra en los majestuosos jardines del palacio haciendo lo propio Carlsen con algo de menos suerte. -¿Se encuentra bien?-. –Creo que sí, señor Caine. Supongo que me perdí la clase en la que enseñaban a aterrizar-. Respondió BaTom examinándose el cuerpo, cortando el momento de diversión la Dra. Bukovsky al dar la voz de alarma.

–¡Doctor, ayúdeme a descargar el arma!-. Pidió Caine en tanto Carlsen se enfrentaba a 2 Lilim venciéndolas con extrema rapidez gracias a la espada que se materializo en su mano tras apenas rozar un símbolo en su pulsera derecha y su enorme rapidez de movimientos.

A toda velocidad el grupo recorrió el palacio buscando a Lilû dando finalmente con ella en el Salón Blanco junto al anciano monarca, saliendo de su boca una maldición reservada tan solo para los mayores blasfemos nada más verlos.

-Disculpe la intromisión alteza. Hemos venido a ocuparnos de su invitada-.

Al grito de “Os matare a todos”, Lilû decidió enfrentarse a su rebelde consorte allí mismo destrozando por completo el lugar y sus valiosísimas obras de arte al lanzarse el uno contra el otro, moviéndose tan rápido que apenas eran visibles a ojos de los presentes.

Gracias a que a diferencia de él había comido en abundancia los últimos días, logro herirlo de gravedad acudiendo en su ayuda Armstrong con el arma sónica.

Seleccionando la máxima potencia, pulso el botón y muy despacio, se acercó a ella. Las manos le temblaban lo mismo que todo el cuerpo pero aun así, logro apoyar el arma en la cabeza de aquella endiablada mujer haciéndola gritar cada vez más alto en tanto sangraba por oídos, nariz y esos ojos negros tan siniestros.

Al otro lado del salón, Carlsen se cubría los oídos lo mejor que podía, lanzándose de pronto contra Lilû espada en mano, al verla asesinar al doctor, su amigo, seccionándola de un solo tajo la cabeza comenzando a beber con ansias de su sangre de para que la glándula que le fue extraída en Rudloe Manor se regenerase. Algo imprescindible si querían poner fin a aquella pesadilla.

-¿Se terminó?-. –Aun no doctora. Lamento lo ocurrido, Majestad. Si no es mucho pedir, le agradecería que nos acompañase al balcón por favor-. Solicito antes de acercarse al cadáver del buen doctor para despedirse.

Desenlace

Visiblemente agotados, ascendieron por las Grand Staircase, atravesaron el Salón Verde, el Salón del Trono, el Corredor y la Sala Principal hasta llegar al balcón, manchando de sangre el suelo de cada estancia ya que Carlsen había decidido llevarse con él la cabeza de Lilû.

Nervioso ante la presencia del rey, el agente Caine abrió las puertas que daban acceso al balcón y todos pudieron ver aquella enorme cosa en el cielo y bajo ella, la ciudad en llamas. Nadie se atrevía a decir nada, ¿Y quién podría? Solo lo pudo hacer Carlsen tras cambiar de forma emitiendo una serie de potentes murmullos logrando que pocos segundos después, sobre Trafalgar Square, se posaran sus súbditos mirándole a los ojos.

Sin tan siquiera pestañear, lanzo la cabeza hacia ellos logrando que emitieran un potente grito, quedándose a continuación tan inmóviles como estatuas. -Ya pueden respirar tranquilos, me han aceptado como su nuevo líder-. –¿Y ahora qué?-. Quiso saber Caine. –Si les soy sincero no lo sé, supongo que podría subir a esa maldita nave, llevarla al espacio y hacerla estallar de alguna manera o bien, podríamos aprovechar lo ocurrido y utilizarlos para proteger al planeta de futuras amenazas-. –Esa idea es muy interesante comandante-. Indico el monarca asombrado por la imponente presencia de Carlsen en su forma de murciélago. -Pues no se hable más. Tendremos un nuevo ejército. Tan solo les pido que de vez en cuando nos envíen comida y una cosa más, no crea que me eh olvidado de mi promesa señor Caine, esos cuchillos serán afilados-. –Más le vale. En cuanto a la comida, ¿ternera o cerdo?-. –Ummm, creo que un poco de ambas pero sobretodo fruta, mucha fruta. Un momento… Estiren sus muñecas por favor-. Les pidió clavándoles en ellas con mucha delicadeza uno de sus colmillos. -Ya está, con el tiempo descubrirán el regalo que le he hecho a la humanidad. Tenga doctora, creo que a él le hubiese encantado que usted la tuviera.

Señoras, señores, que tengan una larga y placentera vida-. Se despidió sonriéndoles, emprendiendo el vuelo para unirse a sus subordinados, comenzando a brillar poco después la Ma An en tonos azulados mientras ascendía de nuevo al espacio, dando de esta manera la bienvenida a su nuevo líder.

“Han pasado casi 2 meses y la nave sigue describiendo una órbita de Haló lunar, lo cual facilitara esta primera misión de abastecimiento. En cuanto al grupo, seguimos experimentando cambios físicos y mentales que según Margaret serán de mucha utilidad a nuestros descendientes cuando exploren el espacio. ¡Diablos, me encantan nuestras charlas mentales con Carlsen!”

Nueva Zelanda

Alimentándose de frutas, exploraba el bosque de Waipoua durmiendo cada noche como hacían los murciélagos en un árbol llamado Te Mutua Ngahere sin alejarse demasiado de la capsula en la que había regresado a la Tierra, enfrentándose a un temible lagarto bípedo que por poco no la mata una tarde.

“Estamos en peligro. Los Nagavisha planean atacar la superficie” Transmitió a la mente colmena en tanto bebía de la sangre del cadáver de su enemigo para descubrir cualquier cosa que pudiera ser de utilidad.

Fin

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