En el preciso instante en el que Albert Maxda atravesaba el corredor interdimensional, pensó en aquello que llaman la complejidad esencial, una idea que nos allana la travesía para entender el tiempo y, en consecuencia, le surgió el anhelo de releer a Borges. Le dijo a Bliss, incondicional compañera y un androide con sueños, que iniciara la secuencia sigma-omicron: una innovación tecnológica, descubierta centurias atrás, que permite reutilizar los excedentes de energía positiva, lo cual reduce los efectos espacio-temporales que se producen al viajar. Pero, sobre todo, recordó aquel abandonado amor que los había llevado a iniciar la aventura que estaba por terminar, no sin antes comentarle a Bliss:

―Recuerda reciclar los vasos donde nos tomamos ese café…

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