En las sombras de este tiempo incierto,Quizás el reloj se detuvo, o tal vez empezó, Del futuro pinté sueños, en ellos estabas tú, Y ahora, en mi soledad, mi ser clama por tu luz.
Sale el sol, nace la luna, pero en mi mundo eres tú, Tu esencia perdura en mi almohada, como dulce la miel azul, Tu ausencia me llena de melancolía, un gemido en mi piel, Cada amanecer es un recordatorio de lo que solíamos tener.
Hazme el día, por favor, Sin ti, es un abismo el que yo atravesé, Marcela, mi pensamiento y mi amor, Regresa, mi mundo en sueños te espera otra vez.
Del sol a la luna, las horas son interminables, 24 no son suficientes, para calmar estos deseos inquebrantables, Tu aroma en mi almohada, tan dulce como la miel, El canto del alba marca el inicio, de un nuevo amanecer cruel.
Hazme el día, por favor, Sin ti, mi mundo es sombrío y sin color, Marcela, en mis sueños, en mi interior, Vuelve a mí, en mis pensamientos y en mi ardor.
Voy a cantarte a ti, aunque ya no estés conmigo, Marcela, en mis sueños, sigues siendo mi abrigo, No dejes que mi alma siga este castigo, Vuelve a mi vida, eres mi eterno abrigo.
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