Proyecto Miravales

15 de Junio 2238

Lorla Pandora estaba desbordada con la nueva misión que tenía por delante, ser gobernante, no estaba entre sus planes.

-Muy bien, Hefesto soberano, si debo aprender cómo defendernos, tienes que confiarme todo, todo, inclusive tus bunkers privados.

-Tienes razón, no sé cuánto me quede de vida, y mis logros no serían tales si no tengo en quien confiar para salvar a la humanidad.

Luego llamó desde su brazalete a una unidad de traslado y a su guardia personal, sobrevolaron el volcán hekla a baja altura; después de un pequeño recorrido por su ladera derecha, otra vez presiono un punto de su brazalete de oro, para que una gran puerta de acceso se abriera en la dura roca.

El maravilloso complejo estaba fuertemente custodiado por biot, robots y androides muy distintos a los que estaba acostumbrada a ver a diario en los centros comerciales o en las distintas capitales del planeta. Esta nueva generación era única en su estilo y solo su padre conocía la tecnología para manipularlos. ¿Pero que había de interés para semejante seguridad?

Luego de explorar varios subsuelos, muchos de suministros y almacenamiento, ingresaron al museo preferido del monarca. Donde las doce espadas Jacintas, con empuñaduras de zafiros, diamantes y rubíes, pertenecientes a los doce guerreros de Odín, adornaban la entrada principal. En el mismo museo, pudo apreciar esculturas y pinturas de los artistas más famosos de todos los tiempos. Cuyas colecciones, siglos atrás fueron posesión de museos que ya no existían. Luego se tomaron un descanso en uno de los tantos bares, cafeterías y comedores de visitas. Allí, para su sorpresa, siendo la primera vez que una persona humana ingresaba al espacio, sin ser él, las máquinas estallaron de alegría. Algo que dejó desorientado a su creador, por la naturalidad de los hechos. Jamás se había comportado de esa manera tan díscola y humana. Y tan familiar la consideraron, que la dejaron preparar sus bebidas favoritas como si fuera la mesera de una discoteca de moda. Luego conociendo de antemano sus preferencias musicales, una rocola construida varios siglos atrás comenzó a reproducir su melodía preferida. La tarde se hizo noche y de la noche a la mañana pasó en un pestañeo y el itinerario recién comenzaba. A veces caminaron acompañados por ciborg y androides guías instructores, otras se desplazaban por dentro y fuera de la montaña en vehículos ultra silenciosos capaces de recorrer largas distancias en segundos. Podría estar meses sin llegar a conocer la totalidad del proyecto, aunque después que logró serenar su asombro, se dio cuenta que sentía una gran pena de saber que ningún semejante, al menos hasta que su padre lo dispusiera, pudiera disfrutar de tanta belleza. Sencillamente no estaba hecho para ellos…

-Dime Hefesto supremo ¿cómo fue posible mantener este maravilloso e inmenso complejo, oculto?

-Estos valles son invisibles a los ojos del mundo y radares enemigos. Gracias a un sistema holográfico que proyecta ser parte misma de la cordillera rocosa con algunos picos humeantes y peligrosos de los cientos de volcanes que todavía tenemos activos.

-¡Es realmente fabuloso! Jamás lo hubiera imaginado, ni siquiera en mis mejores sueños… ahora comprendo tus largas ausencias; cuanto años de sacrificio has dedicado en pos de la humanidad y del planeta, eres increíble…

Luego de conocer los detalles, nuevamente ingresaron al volcán, pero esta vez a un recinto muy diferente. Un increíble bosque subtropical, con piscinas de aguas termales de distintas temperaturas imitaba el edén. Hefesto, insistió en darse un baño de rejuvenecimiento y relajación. Apenas ingresaron a las aguas sulfurosas y levemente salinas, una docena de bellísimas muñecas androianas los rodearon. Ellas reían graciosas esperando órdenes de su amo; más él, tocó un botón de su brazalete y estas regresaron a la orilla opuesta con la misma gracia, pero mirando con cierto recelo a la intrusa. Luego, ordenó a su androide personal que acompañará a Pandora, hasta sus aposentos; extrañamente se le cerraban los ojos y se fue sin más contratiempos a dormir.

Aprovechando su ausencia y gracias a su nuevo amigo sintético, Pandora siguió explorando las áreas restantes, que según su padre no eran de interés.

Capítulo 6

XX#-7UB, cumplió la misión impuesta sin restricciones. Astutamente Pandora, había logrado arrebatarle a Hefesto el brazalete sin que lo notara, gracias a un potente somnífero que logró introducir en la copa de su padre.

-Dime XX#-7UB, ¿por qué no se abre esta puerta?

-Es acceso restringido, soberana Angibo.

-¡No puede serlo para mí!

-Lo siento, lo siento, lo siento.

Era evidente que el androide había entrado en conflicto. Y fue exactamente eso lo que la mantuvo alerta, algo raro había detrás de esa puerta y tenía que descubrirlo.

– Escucha bien, bicho gélido y gelatinoso, ¡sabes quién soy! ¡Te ordeno que abras esa puerta!

XX#-7UB, en su lucha interior debatía a cual soberano debía obedecer, y en un colapso de estrategia, fingió un devaneo.

-Bien, bien, XX#-7UB, tendré que desensamblarte yo misma y con mis propias manos. No me dejas alternativa…

El androide del susto experimentado se puso a llorar como un niñito travieso después de ser descubierto y en un intento por salvarse, habló a través de una minúscula ranura que había al lado de un tablero de cristal.

-¡Soy XX#-7UB, tienes que ayudarme, te lo ruego JJ-HT342.CFL, abre tu maldita puerta, abre tu maldita puerta, abre tu maldita puerta!

Pandora, tuvo que taparse la boca para no reír, y a punto de disculparse por la mala ocurrencia, vio que la puerta se deslizaba lentamente, despejando la entrada.

Las luces se fueron encendiendo una a una a medida que avanzaba por un largo pasillo entre cientos de estanterías a los lados. Las curiosas jaulas de acero inoxidable, encerraban todas las especies animales y criaturas desconocidas en miniatura, que al recibir la claridad, despertaron de un letargo sueño. Extasiada y maravillada entró en una especie de alucinación, creyéndose ella misma un gigante bondadoso con el deseo de convertirse en un nuevo Dios, les abrió las puertas sin pensar en las consecuencias…

Fin.