Hasta hoy día sigo imaginándote,
En mi mente nos cruzamos de repente,
Tan espiralada es, que logra crear las casualidades perfectas.
Y no soy yo,
Y no sos vos,
Es mi mente, que hoy firmó su independencia de mi dominio.
Somos el experimento retorcido de la imaginación,
Esa que acaba buscándote en cada rincón de la plaza,
En cada vagón del tren amarillo.
Te imagina en el campo,
Me imagina cortando flores y preparando té de frambuesa,
Perdió cualquier sentido de la realidad.
Mareada e indecisa, sigue buscando algo,
Yo no lo tengo,
Y vos tampoco.
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