Perfil público

En un lugar de la vieja Castilla, de cuyo nombre no quiero olvidarme, nació una pequeña niña en el seno de una família convencional. Esa chiquilla fue creciendo sin carencias materiales, pero con inquietudes, que le hicieron desarrollar cierta rebeldía en su juventud.
Tras varios años de subidas y bajadas emocionales, cual montaña rusa, hoy ella es una mujer de 44 años, divorciada, luchadora... y sobre todo y ante todo MADRE.
La que aquí se presenta no es más que un pedazo de corazón, un manojo de sentimientos, un ser insignificante que desearía dejar una huella de amor en esta insensible humanidad que la rodea, en plena era de las tecnologías, usando como únicas armas una pluma y un lienzo, cargadas con munición de palabra y como inspiración, una dosis de sensibilidad y una pizca de ternura, aliñada con el deseo de hacer de este, un mundo mejor.