Nací en Buenos Aires en 1964, el 25 de diciembre. Navideña. Por eso siempre le agregan un año a mi edad. Ya me acostumbré. (Mentira; me sigue molestando)
Aprendí a leer sola a los cuatro años sin que nadie supiera cómo; a los cinco ya estaba en primer grado. No la pasé bien al ser la más pequeña en todos lados. Tenía dos hermanas mayores. Sin embargo, algunas amistades entrañables y los libros, hicieron que los momentos difíciles fueran más livianos de sobrellevar.
Tuve una madre que tocaba el piano como un hada y me leía antes de dormir; pero sólo cuando empezaba un nuevo libro. Me leía el primer capítulo, para incentivar mi curiosidad y animarme a seguir leyendo sola.
Tuve un padre fotógrafo, melómano y con alma de artista. Le gustaba actuar, cantar, dibujar, y hasta escribió algunas canciones y cuentos.
Yo empecé a escribir de muy niña, a los cinco; pero nunca me atreví a mostrar mis poemas, cuentos y reflexiones.
Ahora con muchos años a cuestas, dos hijos ya grandes, y una profesión de intérprete de lengua de señas, he dejado atrás los años de canto, de estudios universitarios inconclusos, de ocultar los cuadernos en cajones y los archivos en el fondo del computador.
Confieso que le prendí fuego a algunos papeles (y no fue incendio por poco).
Ahora me respeto un poco más. Muchos años leyendo de todo un poco, me han nutrido para atreverme a lo impensable: mostrar mis propias producciones literarias. Las experiencias de estos últimos años me gritaron a la cara: es ahora. O nunca. Así es que empecé a participar en certámenes, a escribir novelas de mayor extensión, cuentos y hasta a retomar los poemas. El género lo decide el texto mismo. La calidad, los lectores y el prestigioso jurado que me honre leyendo mis obras. Tengo dos novelas cortas registradas y estoy tratando de hacer lo mismo con todo lo que tengo escrito, que es muy variopinto y no me preocupa. Espero no ser etiquetada con lo primero que se lea de mí.
Hoy día, vivo sola con mis dos hijos, uno de veintisiete años con una leve discapacidad mental; y otro de veintiún años que trabaja de programador informático. Una madre anciana y dos hermanas en el exterior. Hablo varios idiomas porque me interesa; además de la lengua de señas que es mi trabajo. Pienso en el año que entra dedicarme menos a mis compromisos rigurosos de trabajo, a retomar la vida mas saludable, las horas de escritura (y de acopio, o de simple y apasionante lectura de los maestros) y a estar menos pendiente de la demanda laboral que es agotadora. Tener mucho mas tiempo para escribir sin abandonar la lengua de señas, facilitarle la vida a las personas sordas en todo lo posible. Para hablar sobre mi trabajo harían falta muchas más palabras.
Suficiente con decirles que soy una buena persona, o que intento serlo. Y que soy una escritora que intenta ser buena, El esfuerzo es mío. La decisión sobre la calidad reposa en Ustedes.
Interesado por: Me interesa la literatura en un sentido amplio, sin predilección de género, Microrrelato, Cuento corto / relato breve, Novela corta / nouvelle, Novela en un sentido amplio, Novela de género (negra, histórica, ciencia ficción, entretenimiento…), Poesía, Artículo / Crónica / periodismo literario, Ensayo / No ficción / Divulgación, Biografía / autobiografía / diario / géneros íntimos / cartas, literatura personal, Guión de cine o TV / Videojuego
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