Quisiera creer que es obra del destino, no te buscaba, yo hacía mi camino.

Cruzamos miradas, me puse a pensar, que a partir de ese instante te iba a recordar.

Esa mirada oscura guardaba rencor, algo me lo decía, no miente mi interior.

Elegí ignorarlo y seguir a paso lento, aunque mucho no duró mi pésimo intento.

Esboce un «hola», nada desafiante. Quería entender porque estabas tan distante.

No era rencor, era sólo un «stop». Para quien osase acercarse a tu corazón… Ese que sin dudas, cubrías por alguna razón.

Tímida me fui para volverte a encontrar. Sé que la vida nos volverá a cruzar.

Seguro no hoy, tampoco en una semana. Pero tú y yo sabemos que viviremos algún mañana.

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