Parada en la vereda,
Se preguntaba la dama
«¿Cuándo llegará la fama?»
Aquél vestido de seda,
Su suerte como moneda.

En la noche era mi luz,
Una sombra a contraluz.
Miro desde mi ventana,
La lastimadura sana.
Puedo mirarla al trasluz.

Etiquetas: décima luz mujer poesía

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