¡Locura inmediata!

Sucumbido bajo la desesperación por salir al exterior, sintiendo poco a poco una fracción de locura más alta que el día anterior, su subconsciente le hablaba recordándole lo miserable y poca cosa que era… ¿Era su imaginación o de verdad había alguien más dentro de él?… Alguien oscuro que le susurraba cada noche al oído un canto siniestro de las terribles barbaridades que era capaz de hacer al ponerse el sol por la montaña cuando la noche tomaba posesión del lugar… Su siniestro reflejo al espejo veía regalándole una tétrica sonrisa que mostraba aquella podrida e irregular dentadura que le erizaría los vellos a cualquiera que conociera a la entidad del otro lado del espejo, será su imaginación que desbordaba tan temible figura o era su contraparte que con recelo escondía cada día a primera hora del amanecer, guardando consigo terribles secretos manchados de sangre, llevándose con él los gritos ahogados de sus víctimas junto con el último aliento y esperanza de vida que sus ojos reflejaban, un escalofrío recorría su espina dorsal, gotas de sudor frío de su sienes caía sobre el lavabo cada día a primera hora de la madrugada, antes de que el sol saliera por la montaña, cuando veía alejarse a su entidad maligna arrastrando con ella esa parte de él que tanto gustaba a lo más profundo de la dimensión oscura del otro lado del espejo… y volvía a ser él.